Un circuito eléctrico es un sistema recorrido por una corriente eléctrica y compuesto por distintos elementos interconectados entre sí. En concreto, por generadores, conductores, interruptores, resistencias y, por supuesto, receptores eléctricos.

Cada uno de estos elementos tiene una función concreta, como producir, conducir y controlar la corriente eléctrica, proteger el circuito o, como en el caso de los receptores eléctricos, transformar la energía eléctrica en otro tipo de energía.

¿Qué es un receptor eléctrico?

Un receptor eléctrico, como su propio nombre indica, es el componente del circuito que recibe la corriente eléctrica, pero también el encargado de convertir dicha corriente, de manera directa, en energía útil, como por ejemplo, en luz, calor o movimiento.

Los receptores eléctricos necesitan de la energía eléctrica para funcionar y son esenciales en todo circuito eléctrico. De hecho, sin este elemento, la energía que circula por el circuito no produciría ningún efecto, lo que haría que careciese de funcionalidad.

Tipos de receptores eléctricos

En todo circuito eléctrico la energía eléctrica fluye desde el generador (pilas, baterías, fuentes de alimentación…) hasta el receptor, que es quien la convierte en otra energía distinta para producir un determinado efecto.

Los siguientes son algunos ejemplos de receptores de electricidad:

• Receptores térmicos: aquellos que transforman la energía eléctrica en calor. Es el caso de las resistencias que llevan las planchas, los hornos o las estufas.
• Receptores lumínicos: dispositivos que convierten la corriente eléctrica en luz, como las bombillas convencionales o las luces led.
• Receptores mecánicos: en este caso, lo que producen al recibir la energía de los generadores es energía mecánica como la que hace funcionar cualquier tipo de motor eléctrico.
• Receptores electroquímicos: son aquellos que generan reacciones químicas. El caso típico es el de las células electrónicas.
• Receptores sonoros: permiten el funcionamiento de distintos aparatos como los altavoces, las sirenas o los timbres.