Cada vez es más habitual escuchar hablar de electrólisis en relación con las instalaciones de placas solares. ¿Pero qué es exactamente este proceso y cómo beneficia a quienes deciden confiar en este sistema?

¿Qué es la electrólisis?

Se denomina electrólisis al proceso químico que permite dividir un compuesto en sus distintos elementos mediante la aplicación de energía eléctrica.

La electrólisis del agua, que separa el líquido elemento en hidrógeno y oxígeno mediante la aplicación de una corriente continua, es un recurso de energía limpia que combina a la perfección con el uso de placas solares fotovoltaicas.

Proceso de electrólisis

El proceso de electrólisis que se da en una instalación solar fotovoltaica comienza con la recepción de la radiación solar por parte de los paneles fotovoltaicos. Paneles formados por pequeñas células fotoeléctricas o celdas solares que transforman la energía recibida en electricidad. 

Una parte de dicha electricidad se utiliza para que funcionen los distintos elementos eléctricos de una empresa y el excedente, gracias a la electrólisis, es almacenado en forma de hidrógeno.

Después, mediante la electrólisis inversa, se vuelve a generar electricidad a partir del hidrógeno almacenado, lo que permite aprovechar toda la energía solar y ser completamente autosuficiente. Es decir, permite que tu empresa funcione sin necesidad de conexión a la red.

Usos de la electrólisis

La electrólisis del agua es un método viable para almacenar la electricidad generada a partir de energía solar en forma de hidrógeno combustible. 

La electrólisis permite que una instalación de paneles solares fotovoltaicos sea mucho más completa, pues facilita que el excedente de energía pueda ser almacenado de forma rentable en vez de ser integrado en la red eléctrica (con su correspondiente descuento en la factura de la luz).

Otros usos de la electrólisis son la carga de baterías o la extracción de metales de sus minerales.