Los costes energéticos no han dejado de aumentar en los últimos años. Por eso, en el contexto de transición energética que están viviendo las empresas, la gestión de la demanda energética se ha convertido en toda una prioridad.
Gestionar de una forma eficiente la demanda energética no solo supone un ahorro en las facturas, también ayuda a mejorar la sostenibilidad corporativa y la competitividad del negocio. Eso sí, para conseguirlo debes tener claro los pasos a seguir, y eso es precisamente lo que vamos a contarte aquí.
¿Qué es la demanda energética empresarial?
Se denomina demanda energética empresarial a la cantidad de energía que necesita un negocio para desarrollar sus tareas, lo que comprende partidas tan significativas como la iluminación, la climatización, la maquinaria y los procesos productivos.
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Esta demanda energética de las empresas varía en función de diversos factores como son la actividad económica, el tamaño del negocio, los horarios de operación, la tecnología utilizada, el clima o la adopción de medidas para mejorar la eficiencia energética.
Además, la demanda energética está sometida a distintas variaciones. Las principales son estas cuatro:
- Tendencia, es la evolución a largo plazo por la que discurre toda empresa. Lo habitual es que se produzca una tendencia al alza, pues es de suponer que con el tiempo la empresa crecerá y tendrá un mayor consumo energético.
- Componentes cíclicos, son las variaciones recurrentes en periodos superiores al año como, por ejemplo, los ciclos económicos (crecimiento, recesión, recuperación).
- Componentes estacionales, son las variaciones recurrentes en periodos inferiores al año que afectan a la demanda como, por ejemplo, la llegada del invierno o el verano y las festividades.
- Shocks, son los eventos inesperados o repentinos que pueden generar fluctuaciones en el consumo energético y, por tanto, cambios significativos en los precios o en la disponibilidad. Sería el caso de una crisis económica, un conflicto geopolítico o un apagón eléctrico.
Beneficios empresariales de gestionar eficientemente la demanda energética
Para las empresas, realizar una gestión eficiente de la demanda energética es importante en cuanto permite:
- Reducción de costes energéticos: al optimizar el consumo de energía, las empresas pueden disminuir gastos operativos y reducir la factura eléctrica.
- Cumplimiento de regulaciones: la gestión eficiente de la demanda ayuda a las empresas a cumplir con las normativas ambientales y energéticas, evitando multas y sanciones, y acercándoles al «cero neto».
- Mayor sostenibilidad: la eficiencia energética contribuye a la reducción de la huella de carbono, la mitigación del cambio climático y el uso responsable de los recursos.
- Mayor independencia energética: gestionar eficientemente la energía pasa por invertir en energías renovables y, en consecuencia, por reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Estrategias para gestionar eficazmente la demanda energética en empresas
Existen distintas medidas que pueden ayudarte a gestionar la demanda energética de una forma adecuada. ¡Las que te describimos a continuación son algunas de las mejores!
- Implementar un Sistema de Gestión Energética (SGE): se trata de una herramienta basada en la norma ISO 50001 que permite a las empresas recopilar datos sobre el gasto energético, aplicar medidas que reduzcan el consumo, analizar los resultados que se van obteniendo y realizar cambios oportunos en pro de la eficiencia.
- Optimizar la demanda energética: adoptar medidas que reduzcan el consumo de energía, manteniendo o mejorando la calidad de los servicios o productos ofrecidos. Algunas de estas medidas podrían ser: ajustar la producción a franjas horarias más económicas, instalar luces led, realizar un mantenimiento preventivo de los equipos, usar materiales de construcción aislantes, utilizar sistemas de iluminación y climatización más eficientes…
- Invertir en energías renovables: sin duda, una de las alternativas más atractivas, ya que otorga independencia energética, reduciendo el gasto y el impacto ambiental. Hay múltiples opciones idóneas para las empresas: paneles solares fotovoltaicos, aerogeneradores, biomasa… Por si no lo sabías, la mayoría de estas soluciones son compatibles entre sí y, además, ya existe la energía minieólica ideal tanto para viviendas como para negocios.
- Certificado de Ahorro Energético (CAE): un instrumento que permite monetizar las inversiones en eficiencia energética que realizan las empresas. ¿Cómo? vendiendo el ahorro de energía conseguido a los sujetos obligados del Sistema Nacional de Obligaciones de Eficiencia Energética. Es decir, a empresas energéticas como Axpo.
- Elegir comercializadoras especializadas en autónomos y empresas que cuenten con tarifas diseñadas específicamente para los distintos sectores. Solo así los contratos que suscribas estarán adaptados a tu demanda energética y se ajustarán como un guante a las necesidades de tu negocio.
Con cualquiera de estas estrategias, la gestión de la demanda energética dejará de ser un problema para ti. ¡Empieza a disfrutar de mejores resultados, pagando menos!