Aunque en la mayoría de las ocasiones no resulten visibles, los circuitos eléctricos están presentes en el día a día de toda compañía. A continuación, te contamos de la manera más sencilla y comprensible posible ¿qué es un circuito eléctrico? y ¿qué lo forma?
¿Qué es un circuito eléctrico?
Un circuito eléctrico es un sistema que permite el flujo de corriente eléctrica en su interior, algo que se consigue gracias al uso de elementos conductores de la electricidad. Una capacidad que se utiliza para alimentar de energía eléctrica cualquier tipo de elemento o maquinaria que necesite de esta para funcionar.
Para que un circuito eléctrico permita un flujo constante de electricidad sin interrupciones debe estar cerrado. Y para poder controlar tanto el flujo de energía eléctrica como la tensión dentro del circuito se utilizan componentes como interruptores, reguladores o relés.
Elementos de un circuito eléctrico
Un circuito eléctrico debe contar con determinados elementos para que su funcionamiento sea posible y controlable:
- Fuente de energía: es la que proporciona la energía necesaria para generar la electricidad que circulará por el circuito. Algunos ejemplos son las baterías, los generadores o las fuentes de alimentación de determinados aparatos eléctricos.
- Conductores: conectan los distintos elementos del circuito eléctrico y están fabricados con materiales conductores de la electricidad, como los cables de cobre.
- Controladores: permiten mantener el control sobre el flujo de corriente y la tensión del circuito. Los interruptores, por ejemplo, abren y cierran el paso de electricidad según tus necesidades. Otros dispositivos de control son los reguladores de voltaje y los relés.
- Componentes eléctricos: este tipo de elementos convierten la energía eléctrica de la fuente en los distintos tipos de energía que necesitamos para cubrir nuestras necesidades. Por ejemplo, energía térmica o calorífica (calentador), energía lumínica (bombilla) o energía mecánica (motor).
- Protectores: estos elementos confieren seguridad y estabilidad al circuito eléctrico. Un buen ejemplo serían los fusibles, que lo protegen de posibles sobrecargas.