¿Qué es un sistema trifásico?

Pensado para brindar un mayor rendimiento técnico que permita vincular un número elevado de máquinas o dispositivos, el sistema trifásico está pensado para usos exigentes como industrias, comercios, centros de datos u otras instalaciones e inmuebles con demandas energéticas elevadas.

Se trata de un tipo de instalación eléctrica distribuido en tres fases y tres corrientes alternas que dividen en tres la potencia de la instalación. Así, el sistema distribuye energía con tres corrientes alternas de igual frecuencia y amplitud desfasadas 120° entre sí, de modo que, cuando una baja otra sube, consiguiendo un flujo de potencia más constante y equilibrado.

Esta estabilidad permite alimentar motores y equipos de mayor potencia con menos pérdidas y mejor rendimiento, así como repartir la carga entre fases para evitar posibles sobrecargas.

Su tensión varía entre 380 y 400 voltios, una cantidad bastante más elevada que la que suele necesitar, a nivel energético, una vivienda estándar.

¿Cuáles son las diferencias entre una instalación monofásica y trifásica?

Como hemos visto, el sistema trifásico aporta potencia, estabilidad y un reparto equilibrado, ideal en industria o para equipos grandes, en los que la demanda de energía puede crecer sin previo aviso. En cambio, el sistema monofásico, que tiene una sola fase y una única corriente alterna, sirve exclusivamente para uso doméstico.

• La tensión en el monofásico varía entre 220 o 230 voltios y por lo tanto hablamos de una potencia máxima a contratar de 13,86 kW para 220 voltios y 14,49 kW para 230 voltios. En cambio, en el trifásico la tensión varía entre 380 o 400 V y tendrá como mínimo una potencia de 15 kW.
• Una instalación monofásica generalmente tiene 2 o 3 cables (fase, neutro y, a veces, toma de tierra) y una trifásica tiene 4 o 5 cables (3 fases, neutro y, a veces, toma de tierra).
• En una instalación monofásica, los fusibles son típicamente un interruptor o fusible doble que maneja una sola fase y un neutro, ideal para consumos moderados. En una instalación trifásica se utilizan fusibles triples o conjuntos de tres interruptores, uno para cada una de las tres fases.
• Las instalaciones monofásicas cuentan con menos cableado y componentes, por lo que los fallos son más fáciles de diagnosticar y reparar.
• Distribuir cargas entre tres fases evita sobrecargas y mejora el aprovechamiento del suministro.
• El trifásico ofrece un mejor arranque, rendimiento y menos vibraciones en motores.