¿Qué es el deslastre de carga?
El deslastre de carga, también conocido como deslastre eléctrico, es un procedimiento mediante el cual se desconectan de forma controlada determinadas cargas eléctricas para mantener la estabilidad del sistema cuando la red no puede abastecer toda la demanda. Se utiliza en situaciones de riesgo, como caída de frecuencia, falta de generación disponible o problemas en la red, con el objetivo de evitar un apagón generalizado.
El deslastre actúa como una medida de protección del sistema eléctrico: reduce rápidamente la demanda para equilibrarla con la capacidad de suministro y preservar la integridad de la red.
Tipos de deslastre de carga
Existen tres modalidades principales:
- Deslastre manual: El operador desconecta cargas específicas ante una situación de riesgo identificada.
- Deslastre automático: Sistemas de protección actúan de inmediato cuando parámetros como la frecuencia o la tensión alcanzan valores críticos.
- Deslastre selectivo o inteligente: Sistemas de control establecen prioridades y desconectan primero las cargas menos críticas, minimizando el impacto en la operación de la empresa.
Cada instalación dispone de un plan de deslastre de carga, que determina qué cargas se desconectan, en qué orden y bajo qué condiciones. Este plan debe actualizarse regularmente para adaptarse a la evolución operativa.
Importancia del deslastre de carga para las empresas
El deslastre de carga es esencial para garantizar la estabilidad y continuidad operativa:
- Evita fallos mayores o apagones totales que podrían afectar gravemente a los equipos e instalaciones.
- Permite mantener en funcionamiento los procesos críticos, priorizando las cargas esenciales ante una situación de emergencia.
Reduce el impacto económico derivado de paradas no planificadas, ya que contribuye a mantener la estabilidad interna del sistema eléctrico.