Los corredores ecológicos son vitales para la conservación de la biodiversidad y el equilibrio de los ecosistemas. Su fomento en los últimos años ha sido determinante para conectar áreas protegidas, facilitar la migración y supervivencia de muchas especies, y suavizar los efectos de un cambio climático cada día más patente.
¿Qué son los corredores ecológicos?
Un corredor ecológico, también conocido como corredor de hábitat o de biodiversidad, es una extensión de terreno que conecta zonas naturales que han quedado separadas entre sí a causa de la actividad humana (por ejemplo, la construcción de infraestructuras o la agricultura intensiva).
Estas rutas o territorios que conectan fragmentos de uno o varios ecosistemas son de gran importancia para las especies, pues permiten el libre movimiento, el cruzamiento y la búsqueda de alimento. Lo que, sin duda, redunda en beneficio de dichas especies al incrementar el tamaño de sus poblaciones, reduciendo sus probabilidades de extinción.
Pero estas no son las únicas ventajas que ofrecen los corredores ecológicos. Aquí tienes algunas más:
- Aumentan la biodiversidad del territorio, tanto en lo referente a especies de flora como de fauna.
- Ayudan a mitigar los efectos del cambio climático, facilitando una mayor adaptabilidad de las especies.
- Proveen de hábitats heterogéneos, esenciales para aquellas especies que requieren de ellos para su ciclo de vida.
Tipos de corredores ecológicos
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) existen diferentes tipos de corredores ecológicos en atención a sus funciones y espacio:
- Macrocorredores: cuentan con una anchura igual o superior a cinco kilómetros y se establecen para reconectar grandes unidades geográficas con diferentes climas y ecosistemas.
- Corredores biológicos: su ancho varía entre uno y cinco kilómetros y su función es la de mantener en contacto dos ecosistemas.
- Corredores de conservación: tienen menos de un kilómetro de ancho y se crean cuando el ecosistema presenta un alto grado de fragmentación.
Tengan el tamaño que tengan, los corredores ecológicos son estructuras de vital importancia para la supervivencia de las especies en regiones modificadas por la actividad humana.