Una central térmica nuclear es una excelente opción para obtener energía eléctrica de forma complementaria a las energías renovables, pero es importante comprender qué es y cómo funciona una central termonuclear.
Estas instalaciones aprovechan la energía liberada durante la fisión nuclear para generar electricidad, lo que las convierte en una fuente de energía potente y eficiente muy importante en la transición hacia un futuro energético mucho más sostenible.
¿Qué es una central térmica nuclear?
Una central nuclear es una instalación industrial que genera electricidad a partir de la fisión de materiales que liberan una enorme cantidad de energía térmica como el uranio y el plutonio.
La fisión nuclear es una reacción que se produce cuando el núcleo de un átomo pesado es bombardeado con neutrones y, al volverse inestable, se divide en dos o más núcleos de átomos más ligeros. Dicha rotura del núcleo genera gran cantidad de energía y más neutrones que, a su vez, ocasionan más fisiones en lo que se conoce como reacción en cadena.
La principal diferencia con una central térmica convencional o con una de ciclo combinado es que una central nuclear no requiere de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el gas o derivados del petróleo para conseguir el calor necesario con que producir electricidad (de ahí que no contribuyan al calentamiento global).
Cómo funciona una central nuclear
El funcionamiento de una central nuclear implica la concatenación de varios procesos, que son los que permiten la transformación de la energía nuclear en electricidad:
- Todo comienza en el reactor, que es donde se alberga el material nuclear y se produce esa fisión que libera grandes cantidades de energía en forma de calor.
- El calor que desprende esta reacción se utiliza para calentar agua en el generador de vapor.
- Ese vapor de agua, a alta presión y temperatura, hace girar unas turbinas que están conectadas a un generador.
- El generador convierte la energía mecánica de las turbinas en energía eléctrica.
- El vapor utilizado se envía a un condensador, donde se enfría de nuevo y se convierte en agua líquida para ser reutilizada una y otra vez.
Como puedes ver, el funcionamiento de una central térmica nuclear es mucho más sencillo de lo que podría parecer, y la clave para que todo funcione a la perfección, y con la máxima seguridad, es que cada uno de estos pasos sea monitoreado y controlado en todo momento.
