Desde la llegada de la liberalización del sector eléctrico español, cada vez son más las opciones disponibles en el mercado para surtir a nuestras compañías de la energía eléctrica que necesitan para funcionar. El objetivo era generar una mayor competencia que no solo permitiese a otras comercializadoras entrar en el negocio energético, sino que además los precios se ajustasen al máximo, lo que también beneficia a los consumidores profesionales. Ahora bien, ¿cómo cambiar de compañía eléctrica en España?
Para hacerlo, lo primero es elegir una nueva oferta de energía para tu organización. Una vez la tengas localizada, bien sea porque te permite obtener mayores beneficios o bien porque te proporcionará un mejor servicio, debes elegir tu tarifa en función del consumo y facilitar los datos necesarios para formalizar el nuevo contrato eléctrico de tu empresa. Tras eso, tan solo quedará formalizar el nuevo acuerdo y proporcionar a la entidad los datos bancarios para el cobro de las facturas.
¿Qué documentos son necesarios para cambiar de compañía?
A nivel legal resulta muy sencillo saber cómo cambiar de compañía eléctrica, ya que este tipo de acuerdo comercial no implica mayores dificultades.
Concretamente, para cambiar de compañía energética en tu negocio, únicamente necesitas estos cuatro documentos:
- Nombre completo y documento de identificación fiscal de la empresa.
- Un documento que atestigüe la dirección en la que se dará suministro energético, como puede ser el código CUPS del local o edificio.
- Por último, el código IBAN de la cuenta bancaria en la que la distribuidora energética cobrará las facturas.
Con esto tendrás más que suficiente para iniciar un cambio de compañía energética para tu negocio con el que conseguir mejores condiciones para tu actividad económica.
¿Se puede cambiar de compañía eléctrica si mi local es de alquiler?
Por supuesto, la energía eléctrica no deja de ser un suministro, al igual que puede ser el agua o la línea de teléfono e internet. Por ello, desde el momento en el que se formaliza el contrato de alquiler de un local para el desarrollo de una actividad económica, el titular de la misma tiene derecho a decidir con qué compañía eléctrica operar para garantizarse el mejor servicio y/o maximizar sus beneficios.
Si te preguntas cómo cambiar de compañía eléctrica estando de alquiler, debes saber que el trámite es igual de sencillo que para un propietario, debiendo presentar los mismos documentos y obteniendo el mismo trato por parte de la comercializadora, que se debe únicamente al profesional que pagará las facturas a partir de ese momento.
Eso sí, existe un requisito clave a la hora de cambiar de compañía eléctrica si el local es de alquiler, y es que el arrendatario debe ser el titular del contrato de este suministro.
¿Puedo realizar el cambio aunque tenga permanencia en mi contrato?
Aunque cada vez son más las opciones presentes en el mercado eléctrico que no exigen permanencia a sus clientes como signo de confianza en su buen servicio, hay contratos que sí van ligados a esta obligación de operar con una determinada distribuidora durante un periodo de tiempo prefijado. Sin embargo, es posible cambiar de compañía eléctrica si sabes cómo, aunque tengas permanencia vigente.
Todo dependerá del tiempo que quede de permanencia y de lo rentable que resulte afrontar la penalización impuesta con la compañía actual. Es decir, dependerá de lo decidido que se esté a hacerlo y, si nos ceñimos únicamente al plano económico, de si el ahorro que propone la nueva compañía energética compensa la penalización que exige la compañía energética actual.
Dicha penalización, por cierto, no puede superar en ningún momento el 5% del importe de la energía que se estime que queda pendiente de ser suministrada en función del tiempo de contrato restante.
¿Cuánto cuesta cambiar de compañía?
En principio, al plantearnos cómo cambiar de compañía eléctrica, debemos tener en cuenta que el trámite es completamente gratuito para cualquier usuario. En principio, decimos, porque unas líneas más arriba ya hemos hablado de que de haber permanencia sí que habrá que afrontar una penalización económica.
Si no existe ningún tipo de compromiso de permanencia que nos ligue a una compañía energética concreta, no hay ningún tipo de problema en el plano económico para cambiar de suministrador de luz para un negocio. Toda empresa está en su derecho de buscar un mejor servicio para su actividad y, por qué no, también un mejor trato económico que maximice sus beneficios. Pagar menos por la energía eléctrica que se utiliza también es una forma de ahorro, y todo profesional tiene derecho a buscar su propia manera de conseguir mejores márgenes que garanticen la estabilidad de su organización.
