¿Alguna vez te has preguntado cómo la energía verde puede beneficiar a tu empresa? En un mundo donde la energía es determinante para la viabilidad de las actividades económicas, los negocios están optando cada vez más por las energías renovables, especialmente las verdes, a fin de asegurar su sostenibilidad, proteger el medio ambiente y,ya de paso, mejorar su imagen y eficiencia.

La transición hacia fuentes de energía limpias está transformando el mundo empresarial, por eso no solo vamos a contarte qué es la energía verde, sino también todo lo que necesitas saber sobre los beneficios que ofrece y por qué deberías plantearte empezar a usarla.

¿Qué es la energía verde?

La energía verde es aquella que proviene de fuentes naturales, no contaminantes y 100 % renovables, lo que la hace imprescindible en un mundo cada vez más preocupado por la sostenibilidad. Este tipo de energía se obtiene de recursos que se regeneran de manera natural y continua, como el sol, el viento, el agua, los residuos orgánicos y el calor generado en el interior de la Tierra.

• La energía solar, una de las más conocidas, se produce mediante placas solares que transforman la luz solar en electricidad (energía solar fotovoltaica) o que aprovechan el calor del Sol para calentar el agua (energía solar térmica).
• La energía eólica, por su lado, utiliza el viento para generar electricidad a través de turbinas.
• También existen otras fuentes  de energía verde al alza como la biomasa, que se produce a partir de la descomposición de materia orgánica, y la energía geotérmica, que utiliza el calor proveniente de las entrañas de nuestro planeta. Además, existen las energías marinas, como por ejemplo la mareomotriz, que transforma el movimiento de las mareas en electricidad, ayudándose también de un sistema de turbinas.
• En cuanto a la energía hidroeléctrica, que aprovecha la fuerza del agua dulce en movimiento, como la de los ríos y los embalses, para producir electricidad, sólo tendrá la consideración de energía verde cuando su impacto ambiental sea mínimo. Lo que se cumple, según los expertos, mientras las plantas de generación no superen los 10 MW de potencia instalada. En caso contrario, la energía hidroeléctrica será una forma de energía renovable, que no verde. 

Es importante conocer la distinción entre energía verde y energía renovable: todas las energías verdes son renovables, pero no todas las energías renovables son verdes. Siendo el impacto ambiental, como se ha indicado respecto de la hidráulica, lo que viene a marcar la diferencia. Una energía renovable cuya generación produzca en su entorno efectos dañinos e irreversibles no puede ser categorizada como energía verde.

Ventajas de contratar energía verde para tu negocio

El uso de fuentes de energía verde en las empresas es más que una tendencia: se trata de una decisión estratégica en toda regla. Esta transición energética no solo refleja un compromiso con el medio ambiente, sino que también ofrece beneficios tanto a nivel económico como social, lo que a su vez puede marcar la diferencia entre unas empresas y otras.

Son inagotables

Las fuentes de energía verde, como el sol y el viento, son inagotables, se crean de forma constante. Esta renovabilidad asegura una fuente de energía sostenible y fiable a largo plazo para las empresas, eliminando de la ecuación la posible preocupación por la escasez o el agotamiento de recursos. Todo lo contrario a lo que ocurre con los combustibles fósiles, consumidos a un ritmo mucho mayor del que se generan, y con una inevitable fecha de caducidad.

Resultan mucho más económicas a largo plazo

A largo plazo, las energías verdes son más económicas. Aunque pueden suponer una inversión inicial elevada, los costes operativos resultan muy inferiores a los de las fuentes de energía tradicionales. 

Además, al ser inagotables, las fuentes de energía verde evitan la volatilidad de precios asociada a los combustibles fósiles, ofreciendo una mayor previsibilidad en los gastos energéticos. Algo básico para que una empresa pueda llevar una precisa planificación financiera. 

Respetan el medio ambiente

Las energías verdes, por lo general, tienen un impacto ambiental mínimo. Al no emitirse gases de efecto invernadero ni contaminantes durante su producción, ayudan a combatir el cambio climático y reducen la huella de carbono de las empresas. Este respeto por el medio ambiente es esencial para la sostenibilidad del planeta y para dejar un mundo mejor y más sano a las próximas generaciones.

Se adaptan a cualquier tipo de zona geográfica

Una ventaja considerable de las energías verdes es su gran adaptabilidad a diversas zonas geográficas. Ya sea energía solar en regiones con gran cantidad de horas de sol o energía eólica en áreas con vientos fuertes, siempre hay una opción renovable para prácticamente cualquier tipo de ubicación.

Esta flexibilidad permite a las empresas de diferentes regiones aprovechar la energía local de forma totalmente efectiva y, más importante aún, perdurable en el tiempo.

Ofrecen una enorme eficiencia

Las tecnologías de energía verde son cada vez más eficientes. Los avances en la materia son continuos, lo que hace que sean capaces de convertir una mayor proporción de energía renovable en electricidad utilizable.

Esta eficiencia no solo mejora el rendimiento energético, sino que maximiza la rentabilidad de la inversión en energías verdes para las empresas.

Demuestran compromiso con la sociedad

Funcionar con energías verdes refleja un compromiso empresarial con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Esta postura fortalece la imagen de la empresa ante clientes e inversores. Desde hace unos años, las empresas que priorizan el cuidado del medio ambiente gozan de una mejor reputación y fidelización, lo que tiende a traducirse también en un aumento de sus tasas de conversión.

Aunque se prevé un aumento en la inversión en combustibles fósiles durante la próxima década, el futuro a medio-largo plazo se plantea completamente descarbonizado, ¡de ahí la importancia de tener claro qué es la energía verde y cómo beneficiarse de su uso!