Ser consciente de la diferencia entre el mercado libre y el mercado regulado de la luz puede suponer para las empresas un ahorro mensual y considerable en las facturas del suministro eléctrico.
¿Cuál es la opción más conveniente? Analizamos las ventajas de cada modalidad para que cualquier empresa pueda ahorrar en su factura de la luz.
Un poco de historia
El sector eléctrico español ha sufrido una profunda transformación desde finales de la década de los 90. Hasta entonces, solo existía el mercado regulado y el Gobierno era el único que podía fijar los precios.
Con la promulgación de la Ley 54/1997, de 27 de noviembre, comenzó un proceso de liberalización progresiva del sector que culminó en 2009. A partir de ese momento, los consumidores pudieron elegir libremente la comercializadora eléctrica con quien contratar el suministro de luz. Surgía así el denominado mercado libre.
Mercado regulado de la luz
En el mercado regulado de la luz los precios dependen del mercado mayorista de la electricidad y están supervisados por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Es decir, el precio no lo establece el Gobierno, ni las compañías eléctricas, sino que varía cada hora de cada día, en función de la oferta y la demanda entre quienes producen la energía y quienes se la venden a los consumidores.
La tarifa regulada de luz, la conocida como PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor), solo puede contratarse con discriminación horaria en tres tramos (punta, llano y valle), por eso las empresas que opten por ella deben ajustar su producción a las franjas horarias donde la electricidad sea más barata para así conseguir el máximo ahorro posible.
La tarifa PVPC pueden solicitarla todos los consumidores con una potencia contratada no superior a los 10 kW, no tiene permanencia y solo la venden las denominadas comercializadoras de referencia.
Ventajas del mercado regulado
Como hemos podido comprobar en los últimos tiempos, muy a nuestro pesar, su mayor ventaja es también su mayor inconveniente, como el precio depende de la oferta y la demanda está sometido a la volatilidad del mercado y a innumerables, e incontrolables, factores externos como los conflictos bélicos y la subida de las materias primas.
Entre las ventajas más útiles del mercado regulado para las empresas está la supervisión del Gobierno sobre los precios, lo que proporciona cierta estabilidad y control en la tarifa de luz, y el que solo ciertas comercializadoras puedan operar en este mercado, lo que brinda una mayor seguridad y confianza a los usuarios corporativos.
Mercado libre de la luz
En el mercado libre de la luz las empresas pueden elegir libremente su proveedor de energía eléctrica entre las distintas ofertas que publicitan las numerosas comercializadoras que hay en España. Estas serán quienes determinen de antemano el precio a pagar por cada kWh que se consuma. Por lo tanto, en el mercado libre el precio del kWh es el que aparece en el contrato.
Ventajas del mercado libre
La principal ventaja del mercado libre para las empresas es conocer de antemano el precio que van a pagar con la tranquilidad que ello supone.
Otra de las ventajas más destacadas es la posibilidad de acceder a ofertas personalizadas y flexibles. De este modo, las empresas pueden negociar tarifas según su perfil de consumo y volumen de energía requerido, lo que les permite obtener un servicio más acorde a sus operaciones y, en algunos casos, reducir costes de forma notable.
Además, en el mercado libre las empresas pueden combinar suministros (luz + gas) y contratar ofertas puntuales que brinden beneficios adicionales, como períodos sin costes de energía o descuentos especiales.
La libertad para elegir proveedores también fomenta la competencia entre las empresas de suministro eléctrico. Esta competencia lleva a una mejora en la calidad del servicio y a una mayor eficiencia en los precios, ya que las compañías buscan ofrecer mejores condiciones para atraer y retener a clientes corporativos.
Asimismo, el mercado libre proporciona transparencia y claridad en los términos de contratación, lo que facilita la toma de decisiones informadas por parte de las empresas.
¿Qué es mejor, mercado regulado o libre?
Aunque el mercado regulado de la luz puede ofrecer de entrada mayor confianza por la implicación del Gobierno en su control, las diferencias entre mercado libre y mercado regulado pueden hacer que las empresas prefieran adscribirse al primero para obtener mayores beneficios.
Con el asesoramiento oportuno, el mercado libre puede generar un ahorro considerable en la tarifa de luz en comparación con el mercado regulado. Algunas de las tarifas libres más asequibles, como las de precio fijo, pueden ofrecer incluso un margen de ahorro superior en comparación con la tarifa regulada.
El mercado libre de la luz brinda a las empresas la posibilidad de elegir entre una variedad de compañías comercializadoras que ofrecen tarifas personalizadas y condiciones más flexibles, sin estar sujetas a restricciones o regulaciones estrictas.
Ahora bien, elegir una tarifa de mercado libre que no obligue a ceñirse a unos determinados horarios para aprovechar el precio más bajo de la luz, o que compense este hecho con distintas bonificaciones, además de a nivel económico, ofrece beneficios operativos perfectos para todo tipo de empresa independientemente de cuál sea la naturaleza de su actividad.