Conocer la curva de carga de una instalación permite entender y gestionar el consumo de energía eléctrica de una empresa. Aprendiendo a interpretar este concepto podrás optimizar el uso de la electricidad en tu empresa, lo que se traducirá en más eficiencia y ahorro de costes.
¿Qué es la curva de carga?
La curva de carga representa de forma gráfica cuál es la variación del consumo eléctrico de una instalación durante un periodo de tiempo determinado. Esta curva se elabora a partir de los datos recogidos en intervalos de tiempo regulares.
La curva de carga te permite identificar tus patrones de consumo, así como los momentos de mayor y menor demanda de potencia y los posibles desequilibrios en el uso de la energía. Cuando estos patrones son analizados correctamente, las empresas adoptan medidas para optimizar la curva, tomando decisiones sobre cómo y cuándo usar la energía de la forma más eficiente para reducir los costes y mejorar su sostenibilidad.
Medidas para optimizar la curva de carga
Optimizar la curva de carga no solo ayuda a reducir el gasto en el suministro eléctrico, sino que además mejora la eficiencia energética de tu empresa. Algunas de las estrategias para lograrlo son:
- Monitorizar el consumo de forma continua para identificar y registrar picos y valles en tu demanda de electricidad.
- Programar el funcionamiento de los equipos de alto consumo en horarios de menor demanda de electricidad.
- Sustituir la maquinaria y los equipos antiguos por modelos nuevos mucho más eficientes a nivel energético.
- Integrar fuentes de energía renovable, como los paneles solares, para reducir la dependencia de la red eléctrica (sobre todo en horas punta).
- Realizar un mantenimiento regular de los equipos para garantizar un funcionamiento óptimo que evite consumos excesivos por fallos o ineficiencias.
Si implementas las medidas que te hemos sugerido, comprobarás que la curva de carga de tu consumo eléctrico varía su comportamiento y observarás cambios drásticos a mejor en muy poco tiempo.